Por Daniela Hill
Mi primera inmersión fue en el 2003, y fue una de las mejores experiencias y algo que tanto anhelaba hacer desde que tengo uso de razón.
Si, también formo parte del clan de fans de Jacques Cousteau quien inspiró a muchos a ser exploradores del océano; y en mi caso, más que convertirme en una exploradora, cuando bajé y experimenté mi primera respiración bajo el agua rodeada de tantos peces, todo tomó más sentido: mi profesión, mi vocación, mi destino. Hubo una gran sensación de paz, de pertenecer/estar en casa. Estoy segura que estas percepciones, sensaciones y vivencias, pueden ser muy familiares para quienes aman el mar, es algo que simplemente “se prende” cuando tienes este tipo de contacto con el océano.
Lamentablemente, algunos años atrás (no estoy segura si 4 o 5), comencé a notar un cambio en el fondo marino. No sé realmente si fue porque estaba alertada sobre la problemática de la basura marina y visibilicé la situación; o en realidad fue un momento en el que los pescadores comenzaron a descartar u olvidar sus redes en mayor numero, pero el caso es que comencé a notar que varios tipos de artes de pesca estaban enredados entre las gorgonias y corales de algunos sitios que visitaba frecuentemente para bucear.
Cuando estás en la playa, la basura es visible sobre todo la presencia de varios tipos de plástico. Pero cuando la mayoría de personas ven el mar, sólo ven la superficie y no lo que sucede en el fondo en donde la realidad es otra ya que todo lo que se genera en tierra, termina en el fondo marino.

Durante inmersiones que he realizado en varios sitios de nuestro país, he podido notar que en el fondo marino lo que más existe son artes de pesca, es decir cabos, redes “electrónicas”, paños de redes y nylon con ganchos de pesca. He encontrado poliquetos (gusanos marinos) que han usado plástico para construir sus “casas” (casas que en realidad las van construyendo con arena, conchitas, entre otros materiales ORGANICOS); he visto erizos de mar cubriéndose con fragmentos de vasos de plástico para mimetizarse; he visto cangrejos y peces enredados en paños de redes tratando de escapar (a esto se le llama pesca fantasma); he visto una serpiente de juguete en el fondo marino!!! ¿Qué hace un juguete de plástico en medio del océano, cómo llegó hasta ahí?
Las consecuencias de este descarte u olvido de artes de pesca causan de manera silenciosa un gran impacto negativo en el medio marino. Menciono de manera silenciosa porque lastimosamente sólo quienes buceamos somos espectadores de las secuelas e impactos de estos intrusos en el medio marino. El caso más crítico que he presenciado, fue buceando en Copé.
Visitaba a las mantas gigantes y vimos con otros buzos que una de las mantarrayas tenía un gancho de pesca incrustada en su cuerpo y otra tenía un cabo enredado en una de sus aletas. Por fortuna, pudimos ayudarlas cortando el cabo y extrayendo el gancho. Ellas nos rodeaban y jugueteaban con nosotros, acercándose como en son de agradecimiento.
La emoción del momento cambio cuando vi a una tortuga marina en pleno vaivén sobre una gorgonia. Mientras me acercaba para ayudarla me di cuenta que ya era muy tarde; al parecer había muerto ahogada hace pocos días, quedó enganchada en la gorgonia, un anzuelo la atrapó, y ella murió. Mi corazón latió muy fuerte, recuerdo haber cogido el brazo del buzo que me acompañaba porque la escena fue tan intensa para mí que me sentí quebrar, me sentí muy mal por ella.

Con esta historia no busco ser pesimista o decir que todo está perdido, sino todo lo contrario. Creo que es una oportunidad para que personas que no están en contacto con el océano de la manera en que los buzos lo están, puedan ver lo que le está ocurriendo a la fauna marina. Creo que es importante ser la voz y representar a estos animales que no tienen cómo defenderse.
¿Cómo puedo ayudar?, de muchas maneras. En el caso de las redes de pesca, exigir a las autoridades que se capacite a los pescadores sobre este tema tan importante, y ver la posibilidad de utilizar materiales amigables con el ambiente para la manufactura de redes. Sobre el plástico, diría que se inicia reduciendo el consumo/uso de plástico. Puedes también apoyar en las limpiezas de playas que Mingas por el Mar y otras organizaciones realizan; y si participas en limpiezas de fondos marinos, hacerlo con precaución. También es importante informarte para educarte y compartir la información; pasar la bola para que otros también vean lo que pasa y se sumen al cambio.
En mi opinión esta es la única manera de que las cosas alrededor del mundo puedan cambiar, de hecho, creo que ya están cambiando.