Desde hace más de 40 años se usa la palabra sostenibilidad para explicar la explotación de un recurso por debajo de su límite de renovación; pero no fue sino hasta 1987 que la ONU, en el documento titulado “Nuestro Futuro Común”, usa “desarrollo sostenible” con el sentido que tiene ahora de «satisfacer nuestras necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer las suyas».
En estos casi 30 años de camino desde su definición inicial, el concepto de sostenibilidad ha cambiado desde una visión centrada en la conservación ambiental hacia una perspectiva mucho más amplia que integra procesos sociales, económicos, políticos, productivos, culturales, etc., que están relacionados con las necesidades y calidad de vida humanas.
Solamente el hecho de que haya surgido esta preocupación por la “sostenibilidad” implica que hay conciencia clara de que el modelo actual de desarrollo es insostenible. Entonces, ¿Puedo seguir indefinidamente con este comportamiento de producción y consumo, y podrán hacerlo mis hijos y mis nietos? Si seguimos el modelo actual de desarrollo la respuesta es un terminante NO. De allí que el décimo segundo de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU sea “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”, pero ¿cómo lograrlo en una sociedad que mide su bienestar individual y colectivo basándose en su capacidad de consumo de bienes materiales y en el mínimo esfuerzo? La solución está en replantearnos nuestra forma de vida, cambiar la forma en que compramos, socializamos, compartimos y educamos para hacerlo de una manera más respetuosa con el entorno.
Si queremos tener un futuro común y que este sea sano, solidario, de igualdad en el acceso a los recursos, de armonía con la naturaleza y los seres humanos; tenemos que cambiar conductas de consumo, optimizar recursos, colaborar entre personas y comunidades, participar activamente en procesos de desarrollo social; en definitiva, involucrarnos. Vivir sosteniblemente es un asunto de acción y cooperación.