Entre los resultados positivos figuran las peticiones de reducción de la producción y el uso de plástico; la eliminación de las sustancias tóxicas asociadas al ciclo de vida del plástico; la protección de la salud humana; y la necesidad de una transición justa, respaldada por muchos Estados miembros e incluso por dos de las empresas que más contaminan con plástico, Nestlé y Unilever
«Fue muy gratificante escuchar a algunos de los mayores contaminadores de plástico del mundo, como Nestlé y Unilever, hacer un llamado a poner un límite a la producción de plástico virgen y la necesidad de un tratado mundial sobre el plástico basado en una política obligatoria. Ambas empresas también expresaron la necesidad de eliminar los plásticos problemáticos. Ahora deberían predicar con el ejemplo y cambiar sus propios modelos de negocio para estar a la altura de sus declaraciones. Las empresas de bienes de consumo han desempeñado un papel enorme en perpetuar de la crisis del plástico; también pueden ayudar a resolverla. Las empresas deben invertir en sistemas de reutilización en lugar de un solo uso, eliminar tipos de envases problemáticos como las bolsitas y reducir drásticamente su uso de plástico.» Von Hernandez, Coordinadora Mundial de BFFP
La participación de los estados miembros de América Latina, el Caribe, África y el Pacífico, especialmente los pequeños estados insulares en desarrollo, fue especialmente notable, aportando una voz fuerte en favor de la urgencia y una gran ambición en estas negociaciones de tratados. Se determiné que Perú y Ecuador presidirán las cinco negociaciones para el tratado, a lo largo de los dos años que durarán la mismas. Perú presidirá las tres primeras sesiones y Ecuador la dos últimas.
Una coalición diversa de miembros de la sociedad civil aportó conocimientos y perspectivas vitales de grupos habitualmente infrarrepresentados en todo el ciclo de vida de los plásticos. En particular, el liderazgo de los recicladores de base dio lugar a la puesta en marcha de la iniciativa de transición justa (a partir del Grupo de Amigos de los Recicladores), que garantizará su representación en futuros INC y dará visibilidad a más de 20 millones de personas que trabajan como recicladores en todo el mundo (informe de la Oficina Internacional del Trabajo, 2013).
Uno de los puntos bajos fue que uno de los temas más polémicos, la adopción del reglamento, no se finalizó y fue trasladado al INC-2 de mayo de 2023. Este documento determinará la forma en que los Estados y las organizaciones podrán participar en futuras negociaciones. Entre las cuestiones pendientes figuran si los estados miembros de la UE tendrán cada uno un voto o si serán tratados como un bloque único durante las votaciones, y si las decisiones sólo deben tomarse por consenso. Para muchos observadores, esto último parece una estratagema para debilitar las medidas contundentes que podrían adoptarse para reducir la producción de plástico.
Adicionalmente, se dedicó un valioso tiempo de negociación a debatir el Foro Multilateral, una mesa redonda organizada un día antes del inicio de las negociaciones para presentar un informe al INC. Esto no está incluido en el mandato para desarrollar el tratado, y toda la empresa parece ser un esfuerzo para desviar e impedir las voces de la sociedad civil de formas directas y significativas de participación en el proceso de desarrollo del tratado. En consecuencia, los miembros del BFFP exigieron que el INC diseñara un proceso de negociación que facilitara un acceso significativo a la sociedad civil y reconociera el papel fundamental de los diversos grupos, incluidos los pueblos indígenas, los científicos, los trabajadores de los sectores formal e informal, los sindicatos y las comunidades vulnerables al clima y de primera línea, a la hora de aportar valiosas experiencias a todos los aspectos del proceso y del futuro instrumento.
Durante los primeros días de negociación, los defensores expresaron su preocupación por la presencia de las principales empresas contaminantes en el proceso de negociación y la falta de transparencia del PNUMA sobre cuántas de ellas se esconden tras insignias de ONG. Las partes interesadas que participaron en el Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud para el Control del Tabaco abogaron firmemente por la exclusión de la industria del plástico en las negociaciones, basándose en su éxito a la hora de excluir a los responsables de las negociaciones sobre el tabaco, lo que dio lugar a un marco más sólido y eficaz.
Los delegados de los países acordaron celebrar la próxima INC-2 exclusivamente en persona en París durante la semana del 22 de mayo de 2023.
Tras la conclusión del INC-1, el movimiento #BreakFreeFromPlastic lanzó una petición global que incluye elementos esenciales para que el tratado revierta efectivamente la crisis de la contaminación por plástico.
Fuente: #BreakFreeFromPlastic
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