Nuestras alfombras son hechas con tapas plásticas y unidas por un alambre. Las tapas plásticas son encontradas en playas, calles, parques, veredas de los diferentes países que hemos visitado, pero ¿Qué hay detrás de cada alfombra, cómo nació esta idea y por qué creemos que son tan importantes de replicar?
Aquí la historia:
Yo dejé el Ecuador para mudarme a Australia en el año 2005, después de criarme en Guayaquil, pero pasar todas mis vacaciones y fines de semana en la playa y de vivir los últimos 4 años en la costa ecuatoriana.
El mar, las playas son mi hogar, y al regresar en el 2014 con mi esposo y pasar varios meses ahí, no podía creer cuanta basura había en todas partes. Tal vez hace falta salir y volver para poder realmente ver los cambios negativos o positivos que pasan en nuestro país.
Después de varias semanas de tristeza y frustración porque no importaba cuantas veces salíamos a limpiar la playa, continuábamos encontrando la misma cantidad de basura al día siguiente, decidimos enfocarnos en un solo material que encontrábamos en gran cantidad y hacer algo con este; Las tapitas plásticas, súper coloridas y duraderas , estaban por todas partes. Al concentrarnos en recogerlas, nuestra frustración y abrumo disminuía.
Y así después de varios intentos, tratando con diferentes herramientas y materiales, creamos nuestras alfombras y las llamamos I.M. Recycled y con ellas no solo sentíamos que podíamos causar un impacto positivo al recogerlas, lavarlas y crear algo nuevo con ellas, sino que también se convirtieron en un comienzo de conversaciones sobre la polución plástica y nuestro consumo desmesurado de este material.
Desde ese entonces, las veo y encuentro en todos lados. Los últimos dos años, dejamos Australia y nos mudamos a vivir en un velero en el que recorrimos las islas del Caribe Este, Colombia, Panamá , Ecuador y la Polinesia Francesa y durante todo nuestro camino hemos recolectado más de 10,000 tapitas plásticas y construido aproximadamente unas 52 alfombras.
Los invito a tratarlo por unos días. Fíjense al salir a la calle, en las veredas, las alcantarillas, parques, cuando vayan a la playa, van a ver como las encuentran sin ni si quiera intentar mucho, porque tal vez por su tamaño, son una de las primeras cosas que la gente pierde o conscientemente tira y terminan contaminando todos nuestros espacios.
Tal vez pensaran, pero y qué importancia tiene el hacer estas alfombras, de qué manera estoy ayudando a proteger al medio ambiente con ellas. Tal vez es necesario que vean un video sobre las aves albatros de la isla de Midway en el Pacifico y como cada vez que estos albatros mueren, al realizar las autopsias, se encuentren muchas de estas tapas en sus estómagos. Los albatros confunden estas tapas, que flotan en la superficie del mar, por su comida. Las tragan y estas previenen que los animales puedan comer más y mueren de desnutrición. Cada tapita recogida y reutilizada o reciclada podría evitar que termine en el estomago de un albatros o de cualquier otro animal.
La alfombra es el producto final. Detrás de la alfombra esta una decisión de tomar acción, de crear algo nuevo, de transmitir un mensaje. Si somos más haciendo las mismas alfombras, el mensaje va a llegar a más personas. Necesitamos tu ayuda para tener más fuerza y comunicar que nuestra forma de vida debe cambiar, de que gracias a nuestra conveniencia estamos dañando y perjudicando a animales, al mundo y a nosotros mismos.
Te invitamos a unirte a Ayni 11×11 y a ayudarnos a hacer la alfombra más grande de tapitas plásticas del mundo y a trasmitir un mensaje de unión, de armonía con nosotros mismos y la naturaleza, un mensaje de cambio.