En diciembre del 2015 comenzaron las jornadas de recolección de basura, reciclable y no reciclable, con la colaboración de los pobladores, turistas y el Ministerio de Turismo. Las acciones continuarán todo el año.
Todo turista sueña con playas libres de basura. La campaña Mingas por el mar busca ese propósito. Esta iniciativa nació de Isabel Romero, periodista guayaquileña, y su esposo, el australiano Michael Warwick. Ambos residen en la ciudad de Gold Coast (Australia), pero se encuentran en un largo viaje por el mundo que los trajo de paso por Ecuador durante tres meses, teniendo a Salinas como base de operaciones.
«A ambos siempre nos ha gustado viajar, así que en 2013 vendimos todo y compramos un velero en las Islas Vírgenes Británicas. Así hemos recorrido varios países, en los cuales hemos observado el problema de la basura en las playas», indica Isabel, quien junto a su esposo había participado en varias jornadas de limpieza en los balnearios de Australia, ya que es una costumbre que tiene ese país entre sus habitantes costeros.
Pero los trabajos en Ecuador nacieron por una mala experiencia que tuvieron en una anterior visita al país. «En el 2014 pasamos varios meses en Ecuador, y llegamos a Ayampe (sur de Manabí). Había demasiada basura, e incluso encontramos una gaviota enredada en una red de pescar. La rescatamos, pero también decidimos que debíamos hacer algo», comenta Isabel, de 36 años. Y sintieron la necesidad de ayudar a proteger la naturaleza.
Mingas por el mar
Así nacía la campaña de limpieza Mingas por el mar, que desde diciembre anterior ha ejecutado siete jornadas en las playas de Valdivia (5 de diciembre), Monteverde (2 de enero), Engabao (9 de enero), Mar Bravo en Salinas (16 de enero), Montañita (23 de enero), Ayampe (30 de enero) y Ballenita (20 de febrero).
Isabel señala que tanta basura en nuestras playas se debe a la falta de tachos de desperdicios en los balnearios, falta de cultura de la gente, un débil sistema de recolección de desperdicios y poca conciencia de la importancia del reciclaje.
«En Australia, el reciclaje es un negocio muy productivo», señala Michael, quien en esas mingas solicitó recoger la basura en dos fundas: una para los desechos reciclables (plástico y vidrio mayormente) y otra para aquellos que no cumplen con esa condición (como vasos de plástico, tarrinas y sorbetes).
Pero también observaron un problema en el manejo del vidrio: no resulta negocio para los pequeños recicladores, ya que reciben solo 2 centavos por cada kilogramo. Mientras que por el plástico se paga 25 centavos el kilo.
«Hace falta incentivar el reciclaje de vidrio. Las empresas de reciclaje de Santa Elena no lo quisieron comprar, así que nos tocaba llevarlo a Guayaquil para venderlo en las recicladoras de allá», indica Isabel, quien para las jornadas de Mingas por el mar contó con el apoyo del Ministerio de Turismo.
Aunque la mayor ayuda que sintieron Isabel y Michael llegó de la gente, pobladores y turistas. «Las mingas se hacían cada vez más populares; llegaba más gente. Eso muestra que las personas toman conciencia», comenta Isabel.
Jornadas todo el año
Después de tres meses teniendo a Salinas como su centro de operaciones, ella y su esposo zarparon a mediados de febrero rumbo a las islas Galápagos, para descansar dos meses allí, y luego hacia las islas de la Polinesia Francesa, en donde quizás residan por tres meses, ya que es un gran destino de surf, el deporte favorito de ambos. Luego planean regresar a Australia.
Pero se marcharon del Ecuador con la satisfacción de haber dejado una campaña fortalecida, que continuará bajo el liderazgo de la guayaquileña Cecilia Torres, quien quedó como delegada para continuar las acciones de Mingas por el mar.
«Tenemos organizado un calendario de mingas para todo el año 2016. En nuestras visitas no sólo vamos a organizar la limpieza de las playas, sino también vamos a presentar un documental en la comunidad el día anterior a la minga (viernes). El documental se llama Bag It y muestra la problemática de la polución marina en nuestro planeta y lo alarmante que es el consumo innecesario de plásticos y materiales descartables».
Cecilia agrega que cada sábado que hagan la limpieza explicarán a los asistentes sobre la correcta clasificación de desechos y conversarán con ellos sobre el proyecto. «Las mingas por el mar me han hecho sentir que formo parte de una ola de personas alrededor del mundo que no sólo se sientan a ver el problema, sino que actúan».
Lo ideal sería que más organizaciones, públicas y privadas, tomen esa campaña como modelo para replicar en los diferentes destinos costeros del país. Así Ecuador se aproximará a cumplir el gran sueño de todo turista: disfrutar de playas libres de basura. n
Fuente: La Revista de El Universo (escrito por Moisés Pinchevsky).
Los resultados de la campaña Mingas por el mar hasta ahora son los siguientes.
Valdivia (5 de diciembre). Hubo mucho apoyo de la comunidad y del acuario local, gracias al líder comunitario Javier Suárez. Trabajaron también con 20 voluntarios de Alemania y gente de Guayaquil. Recogieron 187 kilos de plástico y vidrio.
Monteverde (2 de enero). Solo hubo unos 20 voluntarios, quizás debido al feriado de Año Nuevo. Pocas personas de la comunidad obtuvieron la mayor cantidad de basura en un sector pequeño, en comparación con las otras mingas. También fue la jornada más agotadora. Recogieron 238 kilos de basura.
Engabao (9 de enero). Fue la minga con mayor cobertura mediática, con talentos de pantalla. Incluso fue el ministro de Turismo, Fernando Alvarado. Hubo mucha gente de Guayaquil y la comunidad. Minga masiva con un centenar de voluntarios. Sacaron 434 kilos de basura de la playa.
Mar Bravo (16 de enero). Esta playa del balneario de Salinas fue escenario de una de las mejores mingas, dice Isabel, debido a la gran unión mostrada por todos los voluntarios. Los 80 participantes se quedaron hasta el final para ayudar; hubo mucha gente de Guayaquil, que llegó motivada por una campaña en Facebook. Recolectaron 499 kilos de desperdicios.
Montañita (23 de enero). Mucho apoyo de la Asociación de Vendedores Ambulantes y de otros grupos de la comunidad. Aunque faltó algo de organización, porque muchos voluntarios no separaron la basura para reciclar. Sin embargo, hubo mucho empeño de los participantes para corregir luego ese error. 80 participantes, incluidos una veintena de turistas. 383 kilos de basura de ese balneario.
Ayampe (30 de enero). Hubo mucho apoyo de la comunidad. «Todo el mundo salió a limpiar. Turistas y residentes», indica Isabel, quien observó mucha basura plástica y poco vidrio. También hubo basura que la marea deja en la playa. Basura recogida: 246,5 kilos.
Ballenita y Chuyuipe (20 febrero). Fue la primera minga liderada por Cecilia Torres, ya que Isabel y Michael ya habían partido a Galápagos. Recolectaron 387 kilos de basura con el apoyo de 75 voluntarios, mayormente adolescentes de Ballenita. Contaron también con la ayuda de la Universidad Estatal Península de Santa Elena y el Subcentro de Salud de Ballenita.
Las mingas continuarán en Ayangue (12 de marzo), Data de Villamil (9 de abril), Murciélago en Manta (23 de abril), Salango (14 de mayo), Puerto Cayo (28 de mayo), Chanduy (25 de junio), Anconcito (16 de julio), Las Gilses de Crucita (27 de agosto), El Pelado de Playas (24 de septiembre), San Pablo (22 de octubre), Puerto López (26 de noviembre) y Olón (10 de diciembre).
Contacto: (09) 9427-9494.